Artículo de don Hermógenes Pérez de Arce, de 28 de noviembre de 2011


Anoche Ví Tolerancia Cero

Habitualmente no veo "Tolerancia Cero" porque, para mí, es un monólogo concertacionista a cuatro voces. Pero en esta oportunidad habían ido una periodista y un camarógrafo de ese espacio a mi oficina a hacerme una entrevista sobre el caso Krassnoff, y me interesaba ver mi desempeño.

Como es mi costumbre, en la entrevista "fui al hueso" y argumenté que las condenas al brigadier eran completamente ilegales y que el juez que lo había sentenciado más veces ni siquiera lo había interrogado ni lo conocía, siendo esa declaración indagatoria un trámite esencial de todo proceso. También recordé el terrorismo de extrema izquierda, cuya existencia "se ha esfumado"; la amnistía y el indulto otorgados a todos los terroristas de izquierda, que se deniegan a los militares, y otras cosas por el estilo.

Por supuesto, en la edición reprodujeron otras entrevistas, pero no la mía. Estoy acostumbrado a eso. Ya en los años '70 la BBC de Londres me entrevistó con gran parafernalia, llenando de cables, focos y micrófonos mi oficina, para un programa sobre el Gobierno Militar. También esa vez "fui al hueso". Pero comprobé, tiempo después, que mi entrevista no fue incluida en el programa. Luego fui a Londres y en la BBC me conviedaron a presenciar la grabación de otra edición del mismo programa y aproveché de quejarme al director de mi exclusión. Sólo se rió y me dijo: "Facts of life".

También hace un par de años, con el mismo despliegue, fue un grupo de cineastas a entrevistarme para un film que después se tituló "El Diario de Agustín". Eran, naturalmente, de extrema izquierda. Como de costumbre, "fui al hueso" en mis respuestas y creo que les demolí la trama anti-Mercurio. Cuando se exhibió la película de ese nombre le pregunté a alguien que tuvo estómago para ir a verla si aparecía yo, y me confirmó que no. Obvio.

Pero tengo que decir, en descargo de "Tolerancia Cero", que el jueves en la tarde me llamó el productor del programa para convidarme para el domingo. Lamentablemente, yo tenía comprometido con mi familia un viaje fuera de Santiago a partir del viernes, así es que tuve que decirle que no. Yo siempre he querido servir a la verdad y a la Patria e incluso estoy dispuesto a morir por ellas, salvo cuando eso interfiere con algún panorama familiar. El orden es Dios, la Familia y la Patria.

Entonces quedamos en que sintonicé "Tolerancia Cero" para verme yo, pero no salí. Y comprobé, una vez más, lo del monólogo concertacionista a cuatro voces para referirse al caso Krassnoff. La derecha está tan ausente de ese programa que quien terminó quedando situado en esa posición fue Fernando Villegas. Le tengo aprecio personal, pero eso no me impide darme cuenta de que si en cualquier parte él queda a la derecha, es porque allí no hay nadie de derecha. En todo caso, Fernando advirtió que había un sector, que hasta podía ser el 20 por ciento, que pensaba distinto a la unanimidad que había en ese espacio para condenar a Krassnoff.

Pues en ese programa estuvo, obviamente, vedado hacer la menor referencia a: 1) Que hubo un terrorismo de izquierda dispuesto a tomar el poder por las armas y bajo el amparo del gobierno de Salvador Allende; 2) Que hubo documentadas acusaciones de tortura contra el gobierno de Allende, que fueron citadas como una de las razones del Acuerdo de la Cámara de 22 de agosto de 1973 para pedir la intervención militar; 3) Que también hubo acusaciones documentadas de tortura contra el gobierno de Frei Montalva, formuladas por abogados de izquierda, entre ellos Ricardo Lagos; 4) Que se han acogido a la Ley de Amnistía de 1978 seiscientos terroristas de izquierda y que, bajo los gobiernos de la Concertación, se ha indultado a TODOS los que estaban condenados o procesados por actos terroristas, de modo que hay una brutal discriminación en el tratamiento de la sociedad a uno y otro bando participante en la lucha armada (que fue iniciada por la izquierda); 5) Que las condenas por más de un centenar de años contra Miguel Krassnoff han sido dictadas por jueces de izquierda reconocidamente tales y que uno, en particular (el que más condenas le ha impuesto), no sólo ha contravenido un verdadero rosario de leyes vigentes y válidas, sino que NI SIQUIERA LO HA INTERROGADEO PERSONALMENTE UNA SOLA VEZ.