PARA LOS RECONOCIDOS Y DISTINGUIDOS AMIGOS
DE MI FACEBOOK
Santiago, 10 de Agosto de 2011
A través de mis preciados colaboradores que han
tenido la espontánea iniciativa de crear un espacio en este moderno sistema de
comunicación, he recibido -con sincera sorpresa y no menor alegría- todos vuestros atentos,
cariñosos, afables y emotivos mensajes de aliento y amistad que cada uno de
Uds. han tenido a bien enviarme.
Efectivamente, las personas que manejan este
sitio, se han encargado de transmitirme rigurosa y oportunamente vuestra
gentileza mediante un sistema que ellos, con un esfuerzo admirable, han creado
para yo poder acceder a vuestras palabras, conceptos, fotos y opiniones. Les
hago este alcance pues en este lugar de mi transitoria privación de libertad,
tengo impedido el acceso a Internet, razón por la cual todo este tipo de
información lo recibo a través del procedimiento que los encargados de este
sitio ya se los han explicado, limitando con ello mis ansias de poder responder
personal y directamente a cada uno de Uds. lo que ha significado para mi
querida Esposa, familia y para mí este gesto de invaluable motivación con el
que Uds. me han distinguido y honrado.
Al leer y observar todos los mensajes, les
confieso que mi corazón ha latido con más fuerza que nunca, pues en esas letras
y en esas fotografías se me reflejado lo que siempre he mantenido en mi
personal concepto traducido en que en nuestra amada Patria continúan existiendo
personas de enorme valer, por las cuales valió y vale la pena de enfrentar
cualquier tipo de esfuerzos y sacrificios -hasta las últimas consecuencias-
en aras de la defensa de su nobleza, dignidad y libertad.
Soy un Soldado más de nuestro glorioso Ejército
de Chile y soy un Cosaco, ambos conceptos estrechamente vinculados a todo el
espectro valórico que estimo debe caracterizar a un ser humano que se aprecie
de tal, conceptos tales como -entre otros- la Fe , el Honor, el Valor, la Lealtad , el Deber y la Consecuencia en cada
acto que uno debe encarar en su vida. En este tema, he hecho esfuerzos por ser
congruente con ellos, independiente de mis naturales y múltiples
limitaciones. Sin embargo, pese a estas últimas, aspiro que haya primado mi
convicción que todo hombre debe hacer lo que corresponde hacer, más que querer
hacer, pues además soy destinatario de severos legados que me imposibilitan
haber actuado o seguir actuando de manera contrapuesta a la secuencia valórica
antes enunciada.
En efecto, pese a los momentos poco gratos que
he debido afrontar junto a mi leal, valerosa, estoica y amada Esposa, hijos y
familia toda, derivados de extraños y obscuros procederes generados por
ilegales, injustos, hipócritas y vengativos objetivos provenientes de los
seguidores de esa atea y criminal filosofía que aterró a la humanidad entera,
hoy mi espíritu está alto; la motivación grande; el optimismo a flor de piel; la Fe en Dios más consolidada que
nunca y la convicción de haber luchado por una causa más que justa y correcta,
intacta.
¿La razón de todo ello?
En primer lugar soy un Cosaco, por lo que
tengo un legado muy serio por el cual responder que me dejaron mis padres y
abuelos, antepasados que rindieron sus vidas a manos de un sanguinario
adversario en otras latitudes, razones, causas y terror similares contra los
que tuve la misión de combatir en esta tierra chilena por su libertad y
dignidad, como Teniente de mi Institución; seguidamente hoy soy un Oficial
Superior de nuestro querido e inolvidable Ejército de Chile, por lo que también
debo responder en forma muy seria, particularmente en lo que se refiere a
nuestra intocable estructura valórica y tradición histórica; a continuación he
sido formador de muchos Oficiales y Soldados y Comandante de distinguidos y
valientes subalternos, algunos de los cuales rindieron su vida,
convencidamente, por las ordenes que en su momento debí emitir y, finalmente,
lo que es más importante para mí, soy un esposo, padre de familia y abuelo,
maravilloso conjunto al cual, sin ninguna duda, debo responder con el máximo
honor, valor, lealtad, amor y fortaleza, pues tanto mi querida Esposa, como el
resto de los integrantes de este tesoro familiar con el cual Dios me ha
premiado, han sido el factor más trascendental que me ha motivado para estar
permanentemente fortalecido física y anímicamente para enfrentar estos períodos
un tanto duros que he debido vivir. El irrestricto apoyo y notable actitud
demostrada por todos los integrantes de esta mi familia, no me permiten bajo
ningún punto de vista ser menos que ellos en ninguno de los aspectos o circunstancias
que deba desafiar.
A todo lo anterior, me hago un deber de dejar
expresa constancia de la trascendencia que han tenido las permanentes
manifestaciones de real y sincero afecto, preocupación, aliento y simpatías
demostradas por amigos y conocidos que no han escatimado esfuerzos por expresar
su afecto, confianza y cariño, especialmente para mi familia, pues ésta también
está viviendo situaciones en extremo angustiosas y dolorosas en sus sensibles
corazones.
En este contexto, como si todo lo precedente no
fuese suficiente para corroborar las razones de mi actual sincera motivación,
resulta que ahora Uds., mis muy respetadas, dilectas y en extremo amables
personas, coronan mis sentimientos y gratitud al Altísimo, con vuestra notable
actitud al dedicar parte de su valioso y respetado tiempo, para materializar su
tan importante aliento para este Soldado que solo ha pretendido cumplir con su
deber, conforme la Patria
se lo demandó cuando así fue necesario. Me siento orgulloso de ello, pues
sumado a lo latamente expuesto, Uds. confirman mi confianza en que esta odiosa
e inexplicable ignominia tendrá un fin mucho más temprano que tarde y el bien y
la verdad prevalecerán sobre el mal, la intriga, la mentira, la estúpida
venganza y la vergonzosa cobardía que hoy campea en tantos importantes
estamentos de nuestra sociedad, particularmente porque este hoy Brigadier, no
necesita de perdones, indultos, clemencias, favores o leyes especiales para
obtener su legítima libertad. Soy, comprobada y categóricamente, inocente de
los absurdos, espurios y falsos cargos que me han formulado. Además, solo
requiero que se cumplan las leyes totalmente vigentes que hoy existen en
nuestra estructura jurídica nacional para acceder a mi libertad, la que jamás
debió ser conculcada. ¡Nada más!
¡Gracias; Mil Gracias a todos y a cada uno de
Uds.! Reitero mi más sincera y grata sorpresa que me ha causado ver todo
aquello que Uds. se han esmerado con tanta delicadeza e impactante emotividad
en proporcionarme. Les anticipo que reconocí a la gran mayoría de Uds., lo que
indica que mi mente aún está en relativas buenas condiciones, pues vuestros
mensajes también tuvieron la sensibilidad de hacerme recorrer momentos
particularmente hermosos de gran parte de mi vida e incluso de mi niñez. Ruego
transmitan estos sentimientos de impagable gratitud a cada integrante de
vuestras respectivas distinguidas familias, indicándoles que repito mi
reconocimiento a Dios y a toda su Corte Celestial, por permitir que mi familia
y yo, contemos con la ternura con la que Uds. nos honrado.
Afectuosamente,
MIGUEL KRASSNOFF MARTCHENKO
Brigadier de Ejército