SALUDOS DESDE MOSCU



Querido Mikhail Semionovich ( Miguel Krassnoff)

¡Feliz Navidad 2013!

De todo corazón deseamos a Usted y a su familia todo lo mejor, y lo más importante - una buena salud y paciencia!
Nosotros creemos en su derecho!
Que no nos abandonara el Dios!
Atentamente,
Los Borisov - Yegor, Jeanne, Anastasia, Tikhon.

Correo a través de: 



Queridos Olga y Vladimir Petrovich (Melikhov),Felicitaciones con el 2013 que ha comenzado! Que se cumplen todos los deseos, y todo lo mejor para Ustedes!

En archivo adjunto – el dibujo de nuestra hija de cinco años de edad para M.S. Krasnov. Le conté a mi hija sobre Mikhail Semionovich (la noche siguiente la hija incluso soñó con él) y dibujó para él la imagen del invierno en la stanitsa Veshenskaya. En el siguiente correo – la carta nuestra y de nuestra hija a Mikhail Semionovich.
Atentamente,
Los Borisov - Yegor, Jeanne, Anastasia y Tikhon.





TRADUCCION NOTA DE ANASTASIA
(Nastia= Apócope)

DE NASTIA PARA TÍO MISHA (Apócope de Miguel Krassnoff)



                                Santiago de Chile, 12 de Febrero de 2013

DISTINGUIDA FAMILIA BORISOV
Presente

Estimados Yegor, Jeanne, Anastasia y Tikhon:
Acuso recibo de vuestros muy emocionantes mail en los que me envían sus saludos, fortalezas y, lo más importante, el hermoso dibujo y la nota de vuestra pequeña hija Anastasia.
Muy Respetada Familia Borisov: Este tan fino y significativo gesto que Uds. han tenido con mi persona, adornado por la muy cariñosa y tierna actitud de esa magnífica pequeña que es vuestra hija, me  ha llegado a lo más profundo de mi corazón y al alma de mi querida Esposa, hijos y familia toda, pues el hecho que Uds. se hayan tomado el tiempo y la preocupación para hacerme llegar tan bello mensaje desde esa soñada y muy amada tierra de mis padres y antepasados no me permiten explicar con las palabras exactas mi más sincera gratitud por tan delicada y preciosa actitud. ¡Gracias; Muchas Gracias distinguida familia!
Como Cosaco del Don -por parte de mi padre y abuelos-; como Cosaco del Kuban -por parte de mi madre-; como Oficial del Ejército de Chile y como poseedor del apellido Krasnov, que me llena del más profundo de los orgullos, les hago llegar a cada uno de Uds. mi íntima satisfacción por recibir un aliento de tan trascendental significado, pues me refuerza mi ineludible actitud por la conquista de la verdad, de la justicia y de la libertad. No me importa que mi actual situación sea desigual, injusta, vengativa y absolutamente ilegal, pues mi voluntad de lucha y mi convicciones de haber tenido el honor de combatir por una causa más que justa se mantienen inalterables, manteniendo mi espíritu dispuesto a enfrentar a mis infames, ateos y cobardes enemigos hasta las últimas consecuencias, teniendo siempre presente mis irrenunciables responsabilidades de honor, valor, consecuencia y Fe que me legaron mis inolvidables antepasados.
Por todo lo anterior, estimada familia Borisov, se explica lo trascendente de tan valioso gesto que cada integrante de vuestro distinguido conjunto familiar ha tenido conmigo. Una vez más, ¡Gracias; Mil Gracias! Cuéntenle a su hijita Nastia que yo también he soñado con ella, pues tengo nietas de su edad y díganle también que me he sentido muy honrado al tratarme de Tío en su tan tierna notita. Este Tío que ella ya tiene en este lejano Chile sabrá responder como Cosaco y Ruso de corazón a la distinción que ella me ha hecho al tratarme en forma tan personal y tan espontánea. ¡Un especial beso de mi parte para ella y mis felicitaciones por su calidad de dibujante!
Finalizo la presente dándoles las gracias a Dios y a nuestro Señor Jesucristo por bendecirme con tan inesperadas, gratas y emocionantes sorpresas como las que Uds. me han brindado con sus notas, rogándole a cada uno de Ellos que le bendiga y los proteja por siempre.
Reiterando mis más sinceros y profundos sentimientos de eterna gratitud y quedando a vuestra disposición en esta hermosa tierra chilena, pero habitada por una muy extraña, olvidadiza y mal agradecida sociedad, se despide con especial cariño y afecto de cada uno de Uds.,

Miguel Krassnoff