Artículo de Hermógenes Pérez de Arce


Entre Gente de Derecha




LUNES 18 DE ABRIL DE 2011


Esta mañana me fue a entrevistar un trío de rusos de la TV estatal de su país, que viajaron a Chile a enterarse de la situación del brigadier (r) Miguel Krassnoff, hijo de padre y madre rusos (cosacos), actualmente preso político por el delito de haber contribuido a salvar a Chile del comunismo.
Ellos me dijeron no comprender por qué tal cosa puede suceder, cuando en Rusia el comunismo causó cincuenta millones de muertos y Krassnoff había contribuido a salvarnos de él. Yo les informé que acá su compatriota (que si bien es chileno, tiene sangre rusa y, por tanto, le ha sido ofrecida esa nacionalidad) y sus camaradas uniformados nos liberaron de esa atrocidad con mínimas bajas (3.197 muertos, 2.774 caídos de las bandas terroristas marxistas y 423 víctimas de ellas), comprobados por dos comisiones sucesivas que hicieron lo posible por encontrar más casos y no pudieron. Pero ahora los jueces de izquierda, que dominan en el Poder Judicial, están logrando abrir otras 700 y tantas causas que los propios interesados nunca presentaron ante dichas comisiones. Es que hay un señuelo económico en el horizonte, y fabricando las "pruebas adecuadas" se puede, además de mantener vivo el tema de "los derechos humanos", que vende bien, obtener un premio millonario.
Me filmaron mientras les explicaba que los tribunales chilenos, y en particular un juez muy afín al MIR desde los años del Gobierno Militar, se habían preocupado de condenar ilegalmente a Miguel Krassnoff, sobre la base de "presunciones", testigos falsos (algunos traídos del extranjero) y calificándolo como miembro de la "cúpula de la DINA", en circunstancias de que era sólo un joven teniente y entre él y dicha cúpula mediaban centenares de otros oficiales de superior rango.
Después de la entrevista me preguntaron si la gente en Chile sabía de las atrocidades del comunismo y les dije que sí, que por eso el PC era electoralmente insignificante acá, pero que tenía armas y "encapuchados" muy violentos, capaces de sembrar el terror, poner bombas, agitar a los indígenas, promover incendios intencionales y causar abundantes destrozos urbanos. Por eso los gobernantes y los políticos le temen y también por eso le regalaron tres parlamentarios y el Presidente los recibe en La Moneda, se retrata con ellos y, en general, hace lo que ellos dicen.
Los periodistas rusos se despidieron asegurándome que la publicación de la biografía de Krassnoff en Moscú había despertado mucho interés y que el programa de televisión de ellos se especializaba en buscar la verdad sobre hechos que la opinión pública masiva no conocía muy bien. 
Al jefe del grupo le dediqué mi libro "Terapia para Cerebros Lavados", sin muchas esperanzas de que también vaya a ser traducido al ruso. Luego se fueron de mi oficina a tomar el avión de vuelta.
No fue mi primera experiencia con rusos que están políticamente a mi derecha. Ciertamente, son muchos más que los chilenos de igual condición.