Artículo de don Hermógenes Pérez de Arce, 8-10-11



Tal Vez No Debería Leer el Diario



"Chile le está pagando a Krassnoff este servicio social de protección 
contra el terrorismo y la violencia con años y más años de presidio 
que le imponen jueces de izquierda y prevaricadores"





SÁBADO 8 DE OCTUBRE DE 2011


Uno de mis vicios es el de leer los diarios. No he podido satisfacerlo bien últimamente porque, en medio del desgobierno general (definición de gobernar: preocuparse de que se apliquen las leyes), hasta los diarios han comenzado a llegar más tarde. Supongo que todas las disciplinas se han relajado. Los estudiantes se han tomado los colegios, con la complicidad de los profesores (llamados a inculcarles disciplina); los jueces no aplican las leyes; los gobernantes no las invocan; el pobre Alcalde Labbé, el único que intentó hacerlo, aparece denostado y aislado, un "hijo de la dictadura" que, en medio de su delirio de crueldad, quería que los estudiantes volvieran a clases; dos jugadores del seleccionado de fútbol son acusados de ir a un último entrenamiento, antes de la última derrota, con hálito alcohólico.

Se ha perdido completamente el sentido del orden y la autoridad. Por lo menos a mí me queda un último baluarte, mi hogar, donde todavía el desayuno se me sirve a las siete. Declaro que defenderé la vigencia de esa norma hasta las últimas consecuencias.

Pues leo los diarios tomando el desayuno, aunque se me indigeste. Una vez leí que un siquiatra aconsejaba a su paciente que si le hacía mal leer el diario, dejara de hacerlo. Pero yo no puedo. Confieso que soy adicto. Entonces leí hoy el artículo del Ministro del Interior explicando su proyecto que penaliza las usurpaciones de colegios, los destrozos en la vía pública, las alteraciones del orden. Pero ¿que ninguna de esas cosas estaba penalizada antes? ¡No, lo estaban todas! Lo que sucede es que ya no es políticamente correcto aplicar algunas leyes vigentes, como la de Seguridad del Estado, que sanciona todas esas conductas. Entonces la autoridad política débil busca, mediante una nueva ley, hacer políticamente correcto velar por el orden público.

¿No es absurdo todo esto? Por supuesto, claro que lo es, pero éste se ha convertido en el país del absurdo.

Sigo leyendo el diario y me entero de que doña Flor Weisse, gobernadora de Arauco, y su marido, don Pedro Durán, construyeron una casa a orillas de la laguna Butaco, a un costo de 90 millones de pesos. Entonces, cuando estuvo lista y a punto de ocuparse, una madrugada llegaron los guerrilleros que operan, como en territorio propio, en la zona de Arauco, e incendiaron la nueva casa, hasta dejarla reducida a cenizas. La foto de las cenizas viene en el diario.

Como los guerrilleros saben que gozan de impunidad, mandaron una carta a los medios de comunicación, diciendo que la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM), se responsabiliza del incendio. Todo lo que se llame "Coordinadora" es comunista y el comunismo goza de fuero en Chile. ¿Debo repetir los homenajes que le ha rendido el Presidente? No, hoy no, porque lo hice ayer.
Todo el mundo sabe quiénes son los de la CAM, pero nadie les hace ni les hará nada. En julio, hace poco más de dos meses, incendiaron cuatro valiosos camiones forestales. ¿Hay algún reo por eso? Ninguno, pese a que la CAM le comunicó entonces al país que había sido ella la autora del atentado incendiario terrorista. Entonces ¿para qué dictar nuevas leyes, si no se aplican?
Sigo leyendo el diario y me entero de que el ministro sumariante Alejandro Solís, cuya "dedicación exclusiva" es a condenar a uniformados en retiro burlando las leyes y la verdad de los hechos, ahora les ha impuesto a cuatro de ellos otra nueva condena de quince años de presidio. Son ex funcionarios de la DINA, y se les atribuye mantener secuestrado hasta hoy a un dirigente mirista, desde el 24 de mayo de 1974. Obviamente, eso no es verdad, porque esos militares presos no podrían haber mantenido secuestrado a un terrorista durante 37 años, sobre todo si en los últimos diez o más han estado presos. ¿Cómo Gendarmería no se ha enterado de que tienen a un mirista secuestrado dentro del penal? (Risas).

Por supuesto, todos sabemos que el juez Solís falta a la verdad, no aplica las leyes de amnistía y prescripción ni la presunción de inocencia ni las normas básicas del debido proceso, como las que regulan las pruebas. Pero a nadie le importa. Él es un juez de izquierda y acá manda la izquierda. Puede prevaricar tranquilo.

En el penal Cordillera el brigadier (r) Miguel Krassnoff recibirá esta enésima condena sin base y, también, sólo sonreirá. Está acostumbrado. Lleva demasiados años preso por delitos que no ha cometido. Peor aún, que no sólo no ha cometido y por tanto le ampara la presunción de inocencia, sino porque EN CADA EXPEDIENTE ESTÁ PROBADA SU INOCENCIA. ¿Ustedes no lo pueden creer? Vayan a ver el expediente de este caso: ahí está probado que el entonces teniente Krassnoff fue asignado a la DINA como analista de inteligencia a fines de julio de 1974. Y, sin embargo, se le condena a 15 años por haber secuestrado al mirista Reyes González el 24 de mayo de 1974, antes de ingresar a la DINA y cuando servía en otra repartición del Ejército. ¿Por qué lo condena entonces el juez Solís? Yo les voy a decir: porque Krassnoff encontró a Miguel Enríquez en su guarida de calle Santa Fe 725 de San Miguel, donde golpeó la puerta y se le respondió con una ráfaga, de la cual se libró sólo gracias a que el sargento de Carabineros que lo acompañaba, Rufino Jaime Astorga, oyó amartillar la metralleta tras la puerta y lo empujó arrojándolo al suelo y salvándole la vida. (Ver detalle del episodio en el diario Digital "Chile Informa" de ayer).

Ambos, Krassnoff y Jaime, recibieron la Medalla al Valor. Y Chile le está pagando a Krassnoff este servicio social de protección contra el terrorismo y la violencia con años y más años de presidio que le imponen jueces de izquierda y prevaricadores.

¿Vale la pena leer el diario? Tal vez no, si es para enterarse de la miseria de país en que nos han convertido los políticos de todos los colores.